Cada
mañana como siempre era la misma de lunes a viernes. Me arreglaba para la
escuela, desayunaba e iba; estaban comenzando las clases y no tenía intención
de socializar con nadie, cada persona que parecía que se iba a acercar la
ahuyentaba con mi semblante serio y mirada fría o si lograba hablarme era lo
suficientemente cortante como para que después de tres palabras se fuera.
Chicos
que se acercan embobados a "conquistarme”, solo soy una persona más, una chica
más, ¿Qué tengo que la rubia de pechos grandes de la otra esquina no tenga?
Mejor dicho ¿Qué no tengo yo para que vengan?
-Bah,
se supone que deben estar babosos por la rubia bien formada, que por mi-
pensaba en mi asiento mientras observaba que aquella chica ya estaba rodeada de
chicos, tal vez yo era la "segunda opción” –que molesto- el hecho de que me
hayan elegido a mí como segunda, no el serlo si no, el tener que lidiar con
cada que se acerca.
Todos
los días eran iguales, solitaria en mi asiento pensando en mis cosas o en
ocasiones estudiando, mayormente pensando.
Mi
vida no era lo que pudiera llamar emocionante, ni rutinaria por más que lo
quise.
Hasta
que a mi hermana se le ocurrió ir a un evento de anime & manga que era
mañana, ¿Cuál es el problema? Que no la dejan salir si no es con mi compañía.
-¿Por
qué tengo que ir yo? No me gustan esas cosas…- replicaba a mi madre
-Sabes
lo distraída que es, ve-
-¡¡Mamá!!-
gruño mi hermana, suspire y por más que me quejara sabia que terminaría yendo
solo para complacer a mi hermana, después de todo solo eran dos veces cada año.
Esta era la primera de esas dos. En el camino condicione a mi hermana, cajas de
pocky’s, a pesar de mi actitud me gusta el chocolate, más el amargo de esos
palitos, la segunda condición fue que si alguna cosita me gustaba, que lo comprara
por mí al momento, no quería parecer interesada en eso para que alguno se me
acercara con esa excusa, obviamente ella acepto como siempre.
-¿Entraras
esta vez o vendrás luego por mi?- en ocasiones solo la dejaba y me iba a otro
lugar, esta vez me tocaba entrar.
-Entrare,
se que la pequeña Erika me extrañara si me voy-
-En
realidad gasto más contigo- no le importo ya que nuestra familia era
importante, el simple hecho de tener el apellido "Dimrost” nos hacía por así
decirlo "importantes” aunque solo seamos sus hijas, ni yo y mucho menos mi
hermana estamos interesadas en los negocios, tal vez yo más adelante sea la que
siga la compañía, por ahora solo quiero vivir mi vida normal.
Entramos
y solo veía el lugar plagado de adolecentes y uno que otro adulto, algunos con
disfraces o como le dicen ellos cosplay, no faltan los típicos chicos tomándose
fotos y aprovechando para tocar a la chica que lleve uno corto o sexy, me
enferman esos tipos.
-Vamos
por cajas de pocky y podrás vagar a gusto- en ese recorrido vería los stands
para ver con que regresar. Solo eligió un collar en forma de espada, la del
Final Fantasy 8, llaveros de distintos personajes, muñecas y unas orejas de
gato que su hermana le puso, solo se las dejo por su hermana, podría ser fría y
antipática pero le gustaba ver feliz a su hermana en especial cuando iba a un
evento de aquellos.
-Bien,
iré por allá, alguna cosa…llama- fui a la zona de karaoke, me senté en un
rincón a ver qué tipo de cosa hacían, me divertía ver todo lo que hacían en el
escenario. Solo estaba con la mochila llena de cajas de pockys de diferentes
sabores, más chocolate amargo y las cosas que compre, aun tenia las orejas de
gato, no me había dado cuenta hasta que…
-Hola-
-¿um?-
voltee a ver a quien me hablaba
-Se
te ven lindas las orejas de gato, ¿haces cosplay?- muy confiada la chica que se
me acerco, se sentó a mi lado, que valiente es.
-No-
una respuesta corta y precisa, seguí comiendo pocky’s, esperando que al ver mi
actitud se fuera pero no fue así.
-Creo
que te quedaría bien hacer cosplay- insiste en lo mismo y con el mismo
entusiasmo
-No
me gustaría que pervertidos me toquen con la excusa de una foto- no la veía a
la cara, solamente tenía mi vista al suelo metiéndome un pocky tras otro.
-Si
lo condicionas no lo harán-
-¿Quieres
que haga cosplay?- voltee a verla y me percate que todo este tiempo estuvo con
una sonrisa, a pesar de estar hablando con alguien como yo.
-Sí-
-Que
directa…lo siento, no me gusta ni siquiera el anime o manga- tuve que ser algo
amable ya que había aguantado mi comportamiento tan entusiastamente
-¿Cómo
es que estas aquí y con la mochila llena de cosas?-
-…no
tengo idea que personajes sean…solo me atrajeron y los compre-
-Debe
haber algún anime que te guste- se me acerca más
-En
verdad, solo vine por mi hermana, no me gusta esto, a lo mucho los dulces- digo
dando una mordida al palito que tenía en frente, ya estaba platicando "bien”
así que le ofrecí una caja del sabor que le gustara, escogió la de fresa.
Platicamos sobre que no podía ser posible que no me gustara ningún anime, manga
o novela de anime. Comenzó a preguntarme
que me gustaba y todo eso, no me parecía una chica como las demás por estos
lugares, me estaba entreteniendo con ella así que respondí lo mínimo a sus
preguntas.
Finalmente
me pidió que fuéramos a un lugar con menos gente, eso fue en el piso de abajo,
habían mesas y muebles donde estar, fuimos a la más alejada, aun con compañía
me gusta estar alejada de los demás.
-¿Qué
muñeco de los que has comprado te gusta más?- parece que piensa que si me gusta
el personaje me gustara la serie
-Estas-
saque dos muñecas, una tenía el cabello rubio algo ondulado, piel blanca y ojos
azules, la otra tenía el cabello corto y lacio, piel blanca y ojos color
violeta; la chica al ver por alguna razón se sonrojo y pregunto si no habían
otras, a lo que saque otras dos, una de
cabello largo y color naranja de ojos verdes y piel blanca, la otra de cabello
azul con un peinado no muy usual, piel blanca y ojos color miel, de nuevo se
ruborizo, ¿le daba pena ver muñecas, o qué?, tenía que saber qué pasaba.
-¿Qué
ocurre?-
-Esas
muñecas…la de cabello corto es Mai
Sawaguchi y la rubia Reo Kawamura de una novela visual y de
ellas hay un ova… Sono Hanabira Ni Kuchizuke Wo-
-…
¿y las otras?- haría mi demás preguntas después de saber quiénes eran las
muñecas que tanto me gustaron.
-La
de cabello largo Shinobu Honda y la del peinado Momoko Naitou de Shojo Sect…-
respondió aun ruborizada
-Bien…
¿por qué te apenas al verlas?-
-Es
que casualmente solo te han atraído las de animes yuri-
-¿Yuri,
que es eso?- se me hacia familiar pero nunca le pregunte a mi hermana que era
-Yuri
es…relación chica con chica-
-Ya
veo…- "con que eso ve mi hermanita, ya verá cuando la escuche hablar de yuri”
pensaba
-Si
quieres verlas…las tengo, me…gusta mucho el yuri, parece que a ti también te
gustara-
-No
soy ese tipo de chica- pareciera que si me gusta eso, a ella también, pensaría
que me gustan las mujeres, no me gustan los hombres pero tampoco las mujeres,
en realidad nada, quiero vivir mi vida sola sin ser la amante de nadie. Con
ella me estoy entreteniendo, me pareció curioso que se sonrojara solo por ver a
las muñecas y le pedí un momento para hacer una llamada, le di las muñecas para
que viera.
-¿Hermanita?-
-Si
¿Qué sucede? No sueles llamar-
-¿Recuerdas
las muñecas que te pedí que compraras?-
-Sí,
la gran mayoría, pediste muchas-
-Bueno,
¿conoces a Reo Kawamura y Mai
Sawaguchi?- mi hermana solo se rio al darse cuenta que ya me
sabia los nombres de dos muñecas, para mi suerte dijo que las conocía y también
a las otras dos cuando se las mencione, le pedí que me comprara otras y que no
hiciera preguntas, así fue, colgué y volví con mi curiosa acompañante que veía
maravillada lo que tenía en las manos.
Hablamos
un rato más, anime, manga y al parecer yuri, me sentía descubriendo un mundo
que no conocía, veo que hay algunas que valen la pena verlo y otras que insisto
en que no, seguía con mi actitud seria a pesar de todo hasta que recordé que no
sabía su nombre.
-Disculpa,
llevamos hablando y no se tu nombre-
-Aileen
y ¿el tuyo es…?- de nuevo con sus sonrisitas…
-Katrien-
-Que
nombre, nunca lo había escuchado, es muy bonito-
-Gracias
pero el tuyo también lo es- la primera persona con la que me molesto en
devolver un cumplido, siempre me los dan y nunca los devuelvo, opino que no hay
nada que devolver a menos que en verdad lo piense y en esta ocasión en verdad
lo pienso como para devolverlo. De nuevo la plática de anime, ya no podía
soportar mucho, ni a mi hermana puedo escucharla hablarme de eso por más de
treinta minutos, a esta persona la he escuchado más de una hora y media, no
soporte y la convencí de ir a caminar, que mañana la compensaría acompañándola
al segundo día de convención aparte que mi hermana también venia, aproveche.
El
camino solo fue de "ve esto” "ve aquello”, parece que le emocionan mucho los
juguetes, ya que solo de esas tiendas se emocionaba, a lo que no pude evitar
preguntar su edad.
-Tengo
quince, sé que no lo parece pero así es- a lo mucho pensaba que tenía diez y
ocho pero por su comportamiento parecía de doce.
-Diez
y siete…- respondí fríamente, detesto decir mi edad, se sorprendió, parece que
pensaba que era menor, seguimos caminando hasta llegar a una residencia
privada, esas donde las casas son diferentes y se aloja gente de mucho dinero.
Entramos sin problemas, después de todo el guardia sabe quién soy, estaba algo
sorprendida pero aun así la chica otaku siguió caminando a mi lado hasta que
llegamos a mi casa o una de ellas, en esa nos quedamos mi hermana y yo cuando
va a convenciones o eventos por ahí.
-¿Vives
aquí?-
-Solo
en cuando hay eventos o hacemos fiestas, vivo en la ciudad- estábamos en una
zona turística
-Genial-
dijo muy animada. Entramos y fuimos a sentarnos a la sala, los muebles eran
bastante grandes así que me acosté en uno, ella solo se sentó en el de alado
algo nerviosa.
-Con
confianza-
-Es
que nunca había estado en casa de alguien que apenas conozco tan
repentinamente- pareciera que tanto yuri le hace pensar cosas.
-Calma,
me agradas y créeme que eso es difícil, así que recuéstate si quieres- cuando
le dije que era difícil que me agradara alguien, era cierto, pude haber
platicado con ella todo el día y a fin de cuentas seguir desagradándome.
La
plática siguió con gustos y efectivamente, le encantan los juguetes, le regale
las muñecas que la hicieron sonrojar anteriormente, como un recuerdo de nuestro
casual encuentro, ella me dio su mail y su número, yo hice lo mismo, era una
chica muy curiosa, me interesa saber que llegare a hacer con ella… no por nada
soy tan antipática, las personas a las que les encuentro algo curioso me da por
"hacerles algo”, hacerlas una pieza más de mis juegos, no me decidía con que
jugar, con ella, sus gustos, sus sentimientos… suena cruel pero así soy yo.
Se
fue ilusa, esperando verme nuevamente, si supiera que para mí ahora se está
convirtiendo en un peón más de mi juego en el que solo yo puedo hacer jaque.
-Creo
que dado tus gustos, lo ideal serian sus sentimientos, vivirá un yuri pero sin
final feliz, espero llore tan lindo como lo es ella- saque una caja de pocky’s
y comencé a comérmelos pensando en cómo llegar a ella, después de todo solo me
interesa jugar mientras que a ella le ha de interesar mi amor.
Mis
días pasaban y en el colegio solo pensaba en que poder hacer, hablaba casi
todos los días con ella por el mail pero necesitaba tenerla frente a frente. La
invite a salir y como supuse muy entusiasmada acepto, pero sentía que faltaba
entusiasmo, en fin ¿yo que sé de entusiasmo? Es lo último que llego a sentir
alado de alguien que no es familiar mío, especialmente si no es mi hermana.
-¿Te
he hecho esperar demasiado?- Aileen preocupada de verme sentada tan
solitariamente, para mí eso es común, pareciera que para ella no.
-Has
llegado temprano- dándole a entender que no me hizo esperar. –No pensé que
fueras tan puntual-
-Ah,
yo…me gusta llegar temprano a mis citas, ¡digo!, compromisos- comenzó a mover
las manos tratando de explicarse, era un buen comienzo que captara que esto era
una cita.
-Descuida,
se lo que quisiste decir pero para mí si es una cita- un simple beso en la
mejilla basto para sonrojarle demasiado. Era una reina sin autoridad, aun no
podía mover ninguna pieza del juego que la incluyera, lo más que podía hacer
era eso.
-Yo
te he traído algo- guarde silencio, en espera de sus torpes movimientos.
–Espero te guste, no es tanto como lo que me diste pero…- una caja de
chocolates junto a una carta hecha por ella fue lo que me dio.
-Recordaste
que me gusta el chocolate…no tenias por que hacerlo, gracias-
-Emm…lee
esa carta…en tu casa- jugaba nerviosa con sus manos, odiaba seguir
instrucciones pero para que el juego continuara, guarde la carta y la caja de
chocolates nos la fuimos comiendo en el camino.
-Vamos-
intentaba parecer lo más entusiasmada posible.
-Claro-
sin previo aviso toma de mi mano y empezamos a caminar, ¿Qué será esto? ¿Por
qué mi corazón palpita tan rápidamente? Solo me ha tomado de la mano, nunca
tuve una "mejor amiga” como todo el mundo, a nadie más que mi hermana le brinde
toda mi confianza sinceramente.
-Por
cierto ¿de qué tipo de familia vienes?- su pregunta me saco oportunamente de
mis pensamientos.
-Empresarios…compramos
emperezas, una vez nuestras decidimos si re-venderla o aprovecharla si lo vale-
"el negocio familiar va tanto conmigo”.
-Me
recuerda mucho al de mi mejor amiga-
-¿Ah
sí? ¿De q…- antes de terminar mi
pregunta me jalo hacia una tienda, ¿Qué se ha creído para hacerlo?
-¡¡Mira!!
¿No son lindos?- si, se estaba refiriendo a varios peluches de la tienda a la
que me había arrastrado.
-¿Quieres
alguno?- "es tan entusiasta, que molesto”, entramos a la tienda y eligió el que
más le gusto, tenía que mantenerla feliz y aparentar ser una buena persona
hasta el final de esto. Quería algo interesante para variar, hace mucho que no
me divertía…no le he hecho nada pero por alguna razón me estoy divirtiendo.
-¡Muchas
gracias!- me abrazaba y agradecía.
-No
es nada, me gusta mucho ver tu sonrisa- la tome de la mano sin darme cuenta.
Nuestra tarde paso, yendo a tiendas, el cine y un restaurante. Me sorprendía el
como nunca borraba esa sonrisa de su rostro; "¿debería aprender algo de ella?”.
La
noche llego y ya estábamos caminando con los brazos entrelazados, parecía el
novio y ella mi novia, aparte de que era un poco más alta que ella. La lleve a
un parque, el cual se que siempre esta solitario después de las 8.
-Ven,
quiero mostrarte algo-
-¿Ah?-
lo único que alcanzo a decir, comencé a correr sujetándola de la mano, por lo
tanto ella también corría tras de mí. Llegamos, me di media vuelta y con una
sonrisa le dije: "¿Acaso no es este un bello lugar para que alguien exprese sus
sentimientos hacia otra persona?”. Sus labios comenzaron a temblar, su rostro
se ruborizo un poco, entiende a lo que llegare en ese momento.
-Me
gusta tu sonrisa, me llena el verla, no sé cómo es que puedes sonreír estando a
mi lado, soy totalmente la razón opuesta por la que una persona quisiera
sonreír- la abrace por la cintura y me acerque a su rostro para darle mis
últimas palabras; -Me gustaría verla más y sobre todo que fuera por mí, sonríe
siempre en mi presencia- concluí mi actuación y la bese, trate de actuar lo más
parecido a un anime, después de todo lo más seguro era que después de esto
sería "mi niña otaku”, tenía que recordar esto como lo que más le gusta: un
anime yuri.
Segundos
pasaron y me separe lo suficiente para dejarla hablar.
-No
sé qué decirte…esto es tan…repentino- sus nervios se notaban demasiado.
-Solo
bésame si es que correspondes mis sentimientos, no necesitas palabras para
decir que al igual que yo, me amas- "si salieras de tu mundo de fantasía
comprenderías en qué sentido dije esa oración” (si, había dicho que se amaba,
"al igual que yo, me amas”). Desvió la mirada, se abrazo más fuerte a mi cuerpo
y comenzó a… ¿llorar?, "aun no le hago nada cruel y ya estas llorando, que
débil pero eso te hace más curiosa todavía”.
-Sigo
si palabras…- entre sollozos me viste a los ojos y me besaste, cuando pensaba
que el juego terminaba acá, me equivoque, apenas estaba comenzando. Bien, puedo
mover piezas desde ahora, me has dado la autoridad. La pegue más a mi cuerpo y
nos besamos por unos minutos hasta que aleje mi ruborizado rostro del de ella.
-Eres
hermosa a la luz de esta luna-
-Katrien…-
solo dijo mi nombre y sonrió, su sonrisa me hizo corresponderla de laguna
forma.
-Vamos,
se hace tarde- me levante y le tendí mi mano, estaba haciendo el papel de "princesa
encantador” y ella de mi bella dama. Tomo de mi mano y de nuevo entrelazamos
nuestros brazos.
-Te
quiero- debió haber sido un "te amo” como en todos los animes pero tal vez era
que es muy tímida.
-También
yo- nos dirigimos a las bancas a esperar que mi chofer llegara por nosotras.
–Sabes… eres la primera mujer de la que me enamoro-
-Ya
veo, pues…- sonó su celular en ese momento. –Espera un momento-
-Claro-
era un mensaje de texto, no tenía idea de que de decía pero fuera lo que fuera le
hizo un completo cambio de actitud, termino de contestar y se acerco a mí.
-Veras
que te demostrare que el amor que una chica le puede dar a otra, no está mal-
la sonrisa que me puso era diferente… no parecía totalmente feliz pero tal vez
solo era mi imaginación, probablemente era alguna buena noticia y quería
ocultar su felicidad para no decirme, tal vez era un tema familiar, no estaba
tan tímida como hace unos minutos.
-Desde
que te vi supe que sería feliz a tu lado, tu insistencia aquel día fue el
destino, así lo siento- estaba abrazada a ella, después de todo hacia algo de
frio.
-¿Quién
era?- tuve curiosidad momentáneamente, respondiera o no, no insistiría.
-Mi
madre, me tiene preparado algo en la casa, muero por saber que será- de nuevo
esa sonrisa feliz.
-Que
bien- lo sabía, era familiar.
-Quiero
ser feliz a tu lado- me abrazo con más fuerza mientras hundía su rostro en mi
hombro, -tu olor es tan único, me gusta-
-Prometo
oler así siempre que estemos juntas- ¿Por qué se lo prometí? Odio prometer, me
deje llevar por el momento pero elegí el mejor día para ponerme un perfume que
no era mío, no sabía si era de mi madre o mi
hermana pero recuerdo cual era, solo era cuestión de comprarme uno. Mi
chofer llego y le ordene ir a su casa, le dijimos la dirección mientras
nosotras estábamos atrás, la ventanilla impedía que mi chofer viera y oyera lo
que hacíamos, aproveche para besarla y tocarla.
-Tu
piel, es suave- llevaba una falda y aproveche la oportunidad.
-No
es cierto, tu piel es más suave- decía mientras acariciaba dulcemente mi
rostro, nunca había jugado con una mujer, era divertido y no sigo sin saber si
me está gustando esto o no, es más repentino para mí que para ella pero
simplemente me encantaría ser yo quien desvanezca esa sonrisa de su rostro.
Llegamos
a su casa, la lleve hasta la puerta, volví al auto para ir a casa.
-Erika,
estoy en casa- se me hizo raro no recibir respuesta, siempre me responde, así
que fui a su habitación. Encontré a mi hermana sentada en la orilla de su cama
llorando.
-¿Qué
ha pasado?- me acerque lo más rápido que pude para abrazarla.
-¿Recuerdas
que te había dicho que las cosas no iban muy bien con mi novio?-
-Si…-
-Pues…parece
que hemos terminado- su llanto aumento, solo le acariciaba el cabello sin decir
nada, no quería empeorar la situación así que espere a que se calmara.
-Ya,
ya, no todo se ha acabado, hay más hombres en el mundo-
-¡Lo
sé! Pero…pero este era diferente, es difícil de hallar- sollozando hablo como
pudo.
-Veras
que encontraras otro, mejor a él-
-Espero…-
su llanto ceso, que bien.
-Es
hora de dormir, ¿quieres que duerma contigo?- acariciaba sus finos cabellos.
-Si…-
fui por mis sabanas y me cambie de ropa, hace mucho que no dormía con ella pero
no quería que se pusiera a llorar por un hombre en medio de la madrugada, era
mejor si estaba con ella, la única verdadera sonrisa que me llena al verla es
la de ella. Todos confunden mis sentimientos hacia ella, dicen que la amo
demasiado pero es mi hermana, obvio, la amo pero solo como mi hermana, como
había mencionado, no soy ese tipo de chica; aunque tenemos la misma edad para
mí siempre será mi hermanita...
Espere
a que conciliara el sueño para después yo poder dormir en paz.
Duerme
bien pequeña- me acurruque en la cama lista para dormir, si mi hermana supiera
en verdad el tipo de persona que soy…agradezco haber estudiado teatro en mi
infancia, con ella no actuó pero ante los demás si, un ejemplo, mi declaración
a Aileen, no puedo creer que sea mi novia tan rápido, por alguna razón siento
calidez en mi pecho cuando la recuerdo. Lo último que pasaría en este juego
seria enamorarme de ella, tal vez me metí demasiado en el personaje, deje mis
pensamientos sobre lo sucedido para relajar mi mente y poder dormir.
"Solo
los débiles se enamoran en su propio juego de sentimientos, bah, esta calidez
ha de ser por mi hermana, ella siempre me pone tan feliz…si, felicidad lo que a
esa niña le sobra y le faltara muy pronto”.
"De:
Pequeña Otaku 08:30 a.m
Buenos
días ^^ ¿Cómo estas esta mañana?, yo bien por si querías saberlo… espero tengas
buen día. ¡¡Te quiero mucho!! ?”
-Luego
veré que le contesto, tengo que hacer el desayuno- sacudía su cabeza y
restregaba uno de sus ojos, el mensaje de la pequeña otaku fue su despertador.
Bajo a preparar el desayuno para ella y su hermana mientras pensaba en que
responderle. Estaba preparando todo con el celular en la mano, estaba en la
pantalla para escribir un nuevo mensaje de texto el cual se mantuvo con aquella
barra vertical titilando de negro a blanco en la blanca pantalla.
-Solo
queda esperar a que esté listo- vio su mano e hizo una mueca al ver que no
había escrito nada aun.
"Para:
Pequeña Otaku 9:10 a.m
Buenos
días, me alegra saber que estas bien pequeña. Estoy bien, gracias. Ando
esperando a que se termine el desayuno... ¿ya has desayunado?”
Todo
lo que recibía de ella y lo que le mandaba lo borraba al instante, no le
interesaba guardar ningún mensaje de ella, ningún recuerdo de lo tonta que está
siendo aquella chica al tratarla con tanto cariño. Se recostó en el sillón y
prendió el televisor en el noticiero pues a esas horas eso era lo mejor que
podía ver.
Su
tarde paso, ya había desayunado con su hermana y era todo como siempre, su
hermana en la PC y
ella leyendo algún libro pero ya estaba harta de la rutina; se dirigió al baño
a tomar una ducha, quería salir a dar un paseo y tal vez ir a comprar las
continuaciones del libro que lee, estaba cerca de acabarlo y en caso de no
tener solo comprar algún libro nuevo o quizá probar los videojuegos, pasaba
mucho tiempo libre y sola así que paso por su mente tal vez entretenerse con
algún videojuego mientras no tiene a su víctima cerca de ella.
Se
puso una blusa de manga larga de color gris con un pantalón de mezclilla y unos
botines grises. Se dirigió a la tienda en un taxi a pesar de tener chofer no
tenía ganas de andar como toda una señorita rica con guarda espaldas. De camino
a la tienda que quedaba dentro de una plaza un chico se le acerco seguido de
sus amigos.
-¡Hola!,
¿vienes sola?; podríamos ser una buena compañía-
"Genial,
un grupo de chicos que vienen a joderme el día”
-No,
gracias- estaba de buen humor, usualmente no hubiera contestado nada o simplemente
hubiera dicho "No”.
-Anda,
no seas así- el chico poso su mano en su hombro a lo que ella volteo
rápidamente para que no la agarrara. Lo vio fijamente y sonrió entrecerrando
los ojos. No dijo nada y lo seguía viendo, esperando a que dijera algo.
-Y…
¿vendrás?-
-Pensé
haber escuchado que ustedes me acompañarían no yo a ustedes-
-Es
igual-
-No
lo es, en fin, adiós- dio media vuelta haciendo que su sedoso cabello se
moviera como si se tratara de un comercial y siguió su camino, solo escuchaba
burlas de sus amigos hacia el chico que acababa de rechazar.
"No
veo el fin de salir con ellos, tontos que solo quieren terminar acostándose
conmigo. Son una gran pérdida de tiempo” sus pensamientos solían ser como su
actitud: precisos y sin rodeos. Su momento de suma seriedad fue interrumpido
por el vibrador de su celular, cuando salía no le gustaba tenerlo con sonido.
-Es
de ella, lo leeré luego- cerro el móvil y lo metió nuevamente en su bolsillo,
contestar sus mensajes era lo último que le interesaba hacer pues se sentía
triunfante con saber que su juguete no podía estar sin saber de ella por un par
de horas, a pesar de haber pasado seis horas. "Desespera pequeña, pues mis
respuestas son como el oro para ti…o debería decir ¿Cómo un manga original para
ti?” dejo escapar una leve risita burlona y ganadora mientras desviaba su
camino de la librería a la tienda de videojuegos, le sorprendió la variedad que
había en la tienda. Un encargado se acerco a preguntarle si buscaba algo en
especial y ella solo dijo que veía; siguió viendo y ahí estaba lo que buscaba,
una consola que podía conectarse a internet, escuchar música y jugar que es
para lo que fue creada, tomo una caja del PSP y se dirigió a ver los juegos. Al
cabo de minutos de observar las portadas y ver un poco de que trataban empezó a
elegir, termino llevando Mario Kart, Persona 3 portable, Blazblue, entre otros
juegos nipones que le parecieron interesantes y sorprendentes de que los
vendieran en idioma japonés; ella no sabe precisamente demasiado japonés pero
aprendió un poco por su hermana con la que fue a algunas clases. El encargado
no podía creer que comprara un PSP y alrededor de 10 juegos. Ella no pensaba
volver a esa tienda hasta dentro de un buen tiempo; dio su tarjeta de crédito
black y salió de la tienda con dos
bolsas, no quería llamar la atención así que fue a comprar una mochila pequeña
pues las bolsas eran trasparentes y se podía ver lo que llevaba en ellas.
De
regreso a casa saco su móvil para ver la hora y vio un mensaje más, recordó que
no le había respondido.
-Solo
ha pasado media hora, creo que ya ha pasado suficiente tiempo- en el taxi a
unos metros de llegar a su casa empezó a responder y al bajar del taxi justo
después de pagar ya estaba recibiendo respuesta la cual demostraba lo poco que
puede resistir sin saber de Katrien. Le respondía los mensajes mientras se
dirigía a su habitación haciendo una escala en la cocina para tomar una botella
de agua de 1 litro pues tenía una caja con paquetes de galletas de chocolate
debajo de su cama. Llego a su habitación y le dijo a su pequeña muñeca que se
conectaría en el mail mientras cargaba su nueva adquisición.
-Quisiera
jugar contigo en vez de jugar con este aparato- se decía mientras hablaba con
ella, lo que realmente le divertía era ser actriz en su vida diaria, no por
nada iba a clases de teatro en su colegio.
-12
horas…creo que no jugare con ese aparato hasta mañana o en la madrugada, que
molesto que se tenga que poner a cargar tanto tiempo- jugaba con el empaque del
PSP y leía el manual solo para distraerse a pesar de tener el mail abierto y
estar platicando con varias personas, sorprendentemente tenia con quien hablar
a pesar de su actitud.
-La
ingenua de primaria, no puedo creer que no me odie después de dejarle en
ridículo frente a la clase un par de veces- estaba revisando su lista de
contactos.
-El
chico del bus, pobre, lo deje esperándome 3 horas bajo la lluvia para una cita
a la que no pensaba ir ni en broma-
Su
muñeca estaba intentando hacer que le gustara el anime, le pasaba mangas,
animes, live actions y canciones, casualmente la mayoría yuris y en su menoría
de otros géneros. Katrien decidió probar a ver un anime, revisando los links
que le había enviado le pareció interesante un manga: "Mirai Nikki”, parece que
leer el cómo los personajes luchan por sobrevivir para convertirse en el nuevo
Dios le atraía. "Personas que solo quiere poder para moldear el mundo a su
manera, interesante”.
-Leeré
este- le informo para que dejara de buscar que le podría interesar, solo
recibió un "ok, espero te guste ^w^”. Empezó su lectura hasta que al cabo de
minutos Aileen le comento de una convención que vendría pronto la próxima
semana, era nueva y venia a probar suerte pero era obvio quien querría ir y porque
le comentaba pero lo tendría que pensar pues ese mismo día era el día de su
obra, su calificación final de ese semestre. No le comento nada sobre la obra y
siguió platicando normalmente pero algo dentro de ella quería que fuera a
verla, sea para apoyarla o no tal vez solo quería presumir sus dotes de actriz,
se le daba bastante bien y más el papel que interpretaba en aquella obra: un
mayordomo asesino, fingir lealtad para apuñalarte por la espalda cuando menos
lo esperes.
-Yo
no me llamaría a mí misma "traicionera” creo que más bien juego mis cartas de
un modo distinto y yo gano con la mejor corrida aunque en este caso decidí
jugar al ajedrez…- hablaba consigo misma mientras recordaba la obra que
interpretaría próximamente y el peligroso juego homosexual que había iniciado
con una menor. Una sonrisa de confianza fue lo único que se formo en sus labios
mientras divagaba en sus pensamientos.
La
semana comenzó diferente, la chica seria que solo leía en horas libres ahora se
hallaba en su asiento jugando con los auriculares puestos, lo sorprendente es
que mantenía su semblante de seriedad y conservaba ese porte de elegancia como
una figura autoritaria, algunos se acercaron a ver que jugaba y les parecía
raro ver a los personajes pegarse un tiro en la cabeza para invocar monstruos,
algunos pensaron que ella era "emo” a pesar de no tener ese flequillo que los
distingue, ni su maquillaje era de ese tipo, solo se iban quedándose con dudas,
sabían que no les respondería por más que preguntasen.
"Que
interesante…no dejo de sentir tensión a la hora de pegar el tiro” al menos ya
no se aburría tanto en la escuela pero tampoco es que se fuera a meter
demasiado en los videojuegos, le parecían interesantes y entretenidos pero no
al punto de enviciarse.
"Mi
único "vicio” es el actuar…” aprovechaba el hacer lo que le gustara antes de
tener que atender de cierta forma el negocio familiar.
Las
únicas personas a las que saludaba eran a las del club de teatro, no eran sus
amigos pero le agradaban. Trataba de que no la vieran con aquel aparato pues
pensarían que se la pasa en eso todo el día y no estudia sus líneas.
De
la nada comenzó a pensar en Aileen, no la extrañaba, era solo que pensó en la
posibilidad de que ella podría estudiar en su misma escuela aunque nunca la ha
visto por ahí opto por esa posible idea.
-En
que cosas pienso- abrió la puerta del baño para refrescar su mente con agua y
¡sorpresa!, resulto ser que si estudiaba allí después de todo.
-¿Katrien?-
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